traductor

miércoles, 17 de abril de 2013

En albor de un pequeño templo,




tus manos a mi, extensas como un lirio



bajo el aguacero



se deshacen



en miríadas de palabras



que gastan los días,



y es esto lo que quiero decir:



los dioses nos miran



mientras nosotros ignoramos esa vista,



cremamos a nuestros muertos



en vasijas ciegas,



sin saber que aún tenemos cuerpo



nosotros mismos.



Hemos puesto la atención



incontables veces en el alma ajena,



y la desnutrición para nuestras manos es un hecho.





La visión se vuelve, vestida de blanco



e irisada de pequeños estallidos de rojo.



y es así que se escribe el propio nombre:



olvidandolo por completo.

No hay comentarios: